Cocinas  >  Armarios de Conica
 

      
Serie WOOD
 
El planeta del pincipito tenía flores simples, con una sóla hilera de pétalos, no molestaban a nadie ya que apenas ocupaban lugar. Se las hallaba de pronto una mañana entre la hierba y luego por la noche, se extinguían.
 

      
Serie WOOD
 
El planeta del pincipito tenía flores simples, con una sóla hilera de pétalos, no molestaban a nadie ya que apenas ocupaban lugar. Se las hallaba de pronto una mañana entre la hierba y luego por la noche, se extinguían.
 

      
Serie BLUE
 
Pero... aquélla, de la que hablaba el principito, germinó un día de una semillita traída quién sabe de dónde y a quien el principito había vigilado muy de cerca. Podía tal vez ser un nuevo tipo de baobab. Pero al poco tiempo dejó de crecer y comenzó a transformarse en una bella flor.
 

      
Serie WHITE
 
El principito que asistió a todos los cambios que iban produciéndose, al ver el capullo enorme, creyó que de ello iba a surgir alguna aparición milagrosa. Y, al abrigo de su cámara verde parecía no terminar nunca de preparar su embellecimiento. Elegía con sumo cuidado sus colores.
 

      
Serie NOBLE
 
Lentamente se vestía ajustando uno a uno sus pétalos. No quería nacer llena de arrugas como las amapolas. Quería aparecer con el pleno resplandor de su hermosura. Era por cierto muy coqueta. Por fin una mañana, decidió mostrarse junto con la salida del sol.
 

      
Serie LACADOW
 
En medio de un gran bostezo, la flor que había trabajado con tanta perfección, dijo;
-Ah!, perdóname... Recién me despierto... Todavía estoy despeinada.
El principito en un estado de máxima admiración exclamó:
-Eres hermosa!
-Es cierto. He nacido al tiempo que nació el sol.
El principito notó que era muy poco modesta, pero... era tan conmovedora!
-Si no me equivoco, creo que es hora de desayunar-dijo la flor- Serías tan amable de acordarte de mí?